lunes, 22 de noviembre de 2010

ii. Movilidad de los componentes de las membranas


Los estudios físicos de los lípidos de la membrana muestran con claridad que éstos se mueven en forma lateral y rápida dentro de su propia monocapa, pero que raramente “saltan con brusquedad” de una monocapa a otra a través de la membrana. El estado fluido de la bicapa de lípidos depende principalmente de los tipos y cantidades relativas de las diferentes cadenas hidrocarbonadas de fosfolípidos y glicolípidos. La membrana es más fluida en las regiones que contienen lípidos con cadenas hidrocarbonadas más cortas y con cadenas hidrocarbonadas no saturadas. Además la movilidad de los lípidos es mayor en las regiones de la membrana que tienen una concentración baja de proteínas transmembranales. La bicapa de lípidos tiene un estado más fluido cuando las cadenas hidrocarbonadas no están estrechamente empaquetadas. Los hidrocarburos con menor longitud interactúan con menos frecuencia y los hidrocarburos no saturados están empaquetados más flojamente que las cadenas saturadas debido a los pliegues o enrollamientos producidos en los puntos de doble enlace. Las moléculas de colesterol interactúan con los fosfolípidos y con los glicolípidos en la parte de la cadena hidrocarbonada más cercana a la cabeza polar, dejando así el resto de hidrocarburo en un estado relativamente más flexible. Es menos probable que la bicapa adopte un estado rígido, menos fluido, cuando los hidrocarburos de los lípidos son  cortos o tienen enlaces dobles. La movilidad lateral de las proteínas de la membrana proporciona una prueba inequívoca de que la bicapa de lípidos de la membrana es fluida. La redistribución de las proteínas en la membrana proporciona un grado de flexibilidad para las actividades de la misma. Aunque algunas proteínas particulares pueden insertarse en determinados lugares de la membrana durante su conformación, muchas de estas proteínas pueden relocalizarse e interactuar con mayor efectividad con las sustancias en los ambientes variables del exterior e interior de la célula (Avers, 1991).

Bibliografía:

  1. Avers, C.  J. Biología Celular. 1991. Grupo editorial Iberoamericana. 2da. Edición. México. pp. 132-135.

No hay comentarios:

Publicar un comentario