Los glúcidos de la membrana se unen externamente a proteínas y lípidos formando glucoproteínas y glucolípidos, constituyendo la cubierta celular o glucocáliz. Esta disposición asimétrica de los glúcidos es la principal responsable de la asimetría de la membrana que permite que la célula cumpla importante funciones, ya que actúan en los fenómenos de reconocimiento y la adhesión entre células. Por ejemplo, el tejido epitelial, de acuerdo con la función que cumple, está constituido por células íntimamente unidas entre sí, en las que interviene el glucocáliz de las membranas plasmáticas de las células. También la detección de células extrañas por el sistema inmunitario es un fenómeno de adhesión que puede realizarse gracias al glucocáliz (Gagneten, 2006).
Estas diferencias se pueden determinar hasta cierto punto mediante análisis químicos, pero la evidencia más importante se ha obtenido utilizando microscopía electrónica. Una de las más notables es la fractura en congelación, por medio de la cual, las células se fragmentan o fracturan para revelar la topografía de la superficie del interior hidrófobo y de las dos caras expuestas de la membrana. El plano de la fractura pasa a través del interior hidrofóbico de cualquier membrana y parte la bicapa lipídica en dos monocapas, revelando así dos caras de la fractura. Estas dos caras recién formadas se llaman: la cara protoplásmica de la fractura (cara PF) que es la superficie expuesta de la capa de lípidos más cercana al protoplasma (citoplasma) y la cara exoplásmica de la fractura (cara EF), que es la superficie expuesta de la monocapa de lípidos que está más alejada del citoplasma.
Bibliografía:
- Gagneten, A. M. Biología. 2006. Editorial Santa Fe. Argentina. pág. 38.
- Avers, C. J. Biología Celular. 1991. Grupo editorial Iberoamericana. 2da. Edición. México. pp. 131-132.
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